FUNDAMENTO CONSTITUCIONAL DEL SI AL
PLEBISCITO Y ANÁLISIS SOCIOLÓGICO DEL NO
Es secular el reconocimiento del analfabetismo político en
significativas franjas de la sociedad, y en los usufructuarios de las
estructuras de poder; esta apreciación
epistemológica y sociológica debe responderse por parte de los defensores de la
razón política, con urgencia, diligencia e idoneidad ética y pedagógica. La
premura la determina el aquelarre del opinionismo, que nutrido infortunadamente
por los medios de información, reproduce en forma no confesa los intereses de
las élites tradicionales minoritarias – refractarias al desarrollo socio
económico racional-, para estimular la codicia hacia el enriquecimiento ilícito
en detrimento de las riquezas naturales y
la dignidad humana.
El proceso pactista
entre el gobierno y un sector de la insurgencia armada - Acuerdos de la Habana- es un suceso
apreciable y estimulante a las propuestas de solución pacífica. La refrendación
de estos convenios fue decidida por el
gobierno bajo la modalidad de consulta popular plebiscitaria, con fundamento en
el artículo 103 de la norma superior de la política.
El ejecutivo puntualizó el dos de octubre del
2016 como fecha de ejecución del sufragio para definir la aceptación o no de
los pactos firmados entre dos factores de poder ; el uno estatal , y el otro,
en representación de un movimiento político que surgió invocando la validez del alzamiento en armas como
principal herramienta para la toma del poder. Educar para esta definición es
responsabilidad política ciudadana; nos obliga a ser diligentes en una labor
pedagógica que demuestre porque las iniciativas de paz -por su trasunto ético
–han de asumirse con esmero.
La legitimidad del
proceso pactista y pacifista que los dos gobiernos del presidente Juan Manuel
Santos han promovido con las fuerzas armadas revolucionarias-Colombia-, se
demuestra con las referencias
económicas, jurídicas y políticas que ilustraran al lector para una mejor
comprensión de la respuesta deseada que,
desde el punto de vista humanístico , responda a las causas de la crisis.
Entre los móviles
determinantes de la iniciativa pactista tiene protagonismo en el contexto
internacional, el liberalismo económico, circunstancia fáctica promotora a su
vez de una economía bélica.
Las estadísticas
socio-económicas revelan la tendencia de
las hegemonías en el control del
mercado, publicitando una paz en sentido negativo para ocultar el significante de ella, la justicia
social, y, con el discurso pacifista,
crear una red distractiva en la opinión,
para hacer incomprensibles los objetivos
que un sector globalizante de la economía pretende reproducir. Se defiende y
promueve un poderío económico renuente a la
misión filosófica del poder constituyente primario; este período ha sido
identificado como el de la hegemonía del capital financiero, no solo frente al
mercado sino frente al ejercicio del poder ;
como particularidad del monopolio económico la riqueza no admite
patrones individuales, porque promueve la libertad en la circulación de
mercancía, de tal intensidad y propósitos, que no solo son reacias a los
límites impuestos por el poder político y el poder público, sino que toda
expresión filosófica y critica del individuo y la sociedad civil, es combatida por la subordinación, por la fuerza o por la instigación ideológica
que convierte la mente del sujeto en una reproductora del consumismo, en detrimento de la soberanía
del individuo y de la conciencia de las
necesidades básicas.
Destacamos con
lo expuesto que la crematística no es indiferente al
control del vivir ciudadano, y el mundo contemporáneo ha facilitado
la reproducción de estos propósitos
con la utilización de la cibernética, el ciberespacio y la cibercultura,
para ahorrarse sobre el sujeto el control directo de su destino económico y
lograr que éste, en el inconsciente colectivo, actúe sumisamente a favor del
consumismo.
Las estadísticas nos
demuestran la amenaza de esta voracidad con los siguientes datos: Por cada
dólar en funcionamiento en actividades económicas de base material hay
cincuenta dólares colocados en el mundo financiero; desde el año 2007 los bancos centrales han
destinado 12, 2 billones de dólares para comprar activos a entidades
financieras ; política monetaria que ha colapsado con el ejemplo contundente de
las recurrentes crisis ocasionadas por ese capital ficticio como lo demuestra
las secuelas de las burbujas
financieras; en actitud autista el modelo de la globalización sigue insistiendo
en que la concentración es la base para su patrón de acumulación. Veamos: actualmente ochenta magnates de esta
economía tienen una riqueza que en conjunto representa la de 3800 millones de
habitantes; 147 corporaciones controlan el 40 por ciento de la economía mundial
(financiera, comercial productiva), interviniendo hasta el 80 por ciento de las
cadenas globales de valor; y el 1 por ciento de la población mundial, posee
tanto dinero líquido invertido como el 99 por ciento restante de esa población.
Esta involución es
más avanzada que en las experiencias del pasado, al combinar economía
financializada globalmente, con economía fragmentada geográficamente; en el
2015, las empresas norteamericanas obtuvieron beneficios por un valor superior
a 1.6 mil millones de dólares, de esta ganancia solo retornaron como inversión
el 31 por ciento (en cifra real de cada diez dólares adquiridos solo
invirtieron tres, lo restante quedó para la acumulación en forma de patrimonio
improductivo, ocioso, distante de la economía real).
Hay un episodio
invisible en esta globalización económica que afecta la libre competencia y es
el de las megafusiones entre corporaciones de alcance global, ejemplo: en el
2015 las grandes empresas del mundo, destinaron 4.7 billones de dólares para
comprarse entre ellas y crear conglomerados superiores a los existentes,
representando un incremento del 42 por ciento frente al año 2014.
A estas fusiones hay
que sumarles como afectaciones a la calidad y economía de los servicios
públicos la privatización de las empresas sustancialmente tributarias de la
naturaleza para entregarlas a esos conglomerados, en impune trasgresión al
principio primero constitucional que prescribe la prevalencia del interés
general sobre el particular.
En la descripción de la coyuntura, esquivemos eufemismos distractores - como la
anecdotización de la crisis - que tanto representantes del SÍ como del NO a la
consulta instigan frente al sufragio,
buscando direccionarlo en uno u otro sentido. Este juego conceptual debilita la razón política que trasunta una
refrendación positiva, afectando la obviedad del Si en sede de
constitucionalidad.
Para remediar los
déficit epistemológicos de esta óptica, desde las añoranzas de la escuela,
surge la propuesta hacia el respeto de la historicidad en el análisis y para el
caso, es la denominada ontología del acontecimiento, la que nos permite
diferenciar el poder críptico -caracterizado como ideología, dogmatismo,
autoritarismo, crematística, sinrazón, corrupción, violencia y guerra- del
poder político y el poder público.
La estructura de
poder político y poder público la descubrimos en el orden jurídico colombiano
en el llamado bloque de constitucionalidad que desde los artículos 9, 53, 93,
94, 227 y 214 jerarquizan los derechos humanos y el derecho internacional de
los derechos humanos sobre cualquier norma interior; pero frente a esta
estructura piramidal y jerárquica del orden jurídico internacional vinculado al
orden jurídico interno, opera la pirámide económica diseñada por la economía
descrita en párrafos anteriores en orden descendente así: G-8, BM, FMI, OMC,
OMS, BID, BANCA CENTRAL en cada una de las naciones colonizadas,
ministerios de hacienda, presidencias de las repúblicas, gobernaciones,
alcaldías, JAL, JAC y consumismo ciudadano.
La oposición a la política monetaria, por parte de las
comunidades sometidas, no es reconocida
por las vías de la racionalidad y la buena voluntad, sino
enfrentada por la sugestión y la
instigación. Y cuando la ciudadanía pasa a una actitud critica, inteligente y
propositiva, estas fuerzas económicas acuden a nivel global a dispositivos militares como la OTAN y, a nivel
territorial, a la justicia privada ejercida por “para-poderes” armados; de esta
contradicción se entiende porque la acumulación de la riqueza es proporcional a
la criminalización de la pobreza.
Este ejercicio del
poder no solo distante sino antagónico al poder político y público
constitucional es el denominado por la teoría del estado poder críptico
o sea, factico, ideológico, impositivo, clandestino.
El punto de vista
interno, que espera en el país la
realización –por primera vez- de un contrato social, lo determina el anacrónico
estilo de poder de las élites hegemónicas y la capacidad de dominación que
estas ejercen a través de las constantes estructurales de poder armadas y no
armadas, lideradas por un presidencialismo rígido, que rompe el equilibrio de
poderes; por la incidencia del ejecutivo en ese ejercicio de poder, se desarticula la estructura del estado, con la
intromisión en todas las ramas y órganos del poder público, que en última
instancia, su eficaz ejercicio administrativo va direccionado a cumplir con los
requerimientos del liberalismo económico.
Para entender con
mejor juicio la guerra, deben superarse los equívocos reduccionistas al ruido de los sables, la detonación del
fuego o a sus secuelas como el etnocidio, el genocidio, feminicidio,
infanticidio y homicidio.
Significamos que el sentimiento bélico se engendra desde la
psiquis , cuna mental donde también reposa el sentimiento erótico: la
paz ; pero dada la especificidad
del acontecer histórico, nuestra misión
debe ser insistente y pedagógica para
neutralizar los impactos que la informática global ,como instrumento de
la hegemonía económica, ocasionan en la percepción del desprevenido ciudadano
para domesticar su conducta al servicio de los hilos vinculantes del mercado,
que fomentando la codicia, la ambición, el endeudamiento y el enriquecimiento
ilícito lo convierten en dócil instrumento financiador de la guerra.
Asumamos, como misión
imprescindible a corto y mediano plazo, el compromiso con el artículo 22 que
ordena: la paz es un derecho y un deber de obligatorio cumplimiento. En este sentido debe
constitucionalizarse el trabajo y visión de toda expresión literaria, para
estimular una perspectiva perseverante
con el devenir histórico y contribuir a que en el sentir del habitante
colombiano se destituyan las secuelas
inter subjetivas de los poderes establecidos y asuma una actitud constitutiva
en cumplimiento de los artículos 3 y 40 de la carta, que exigen de todo
habitante comportamiento autónomo, soberano.
Este objetivo debe identificar
la legitimidad y constitucionalidad de un SI al sufragio. El fundamento
JURIDICO POLITICO de los seis puntos de
los compromisos esta en los siguientes artículos:
PRIMER
PUNTO: Preámbulo,
artículos 58-60-64-65-66 ;
SEGUNDO
PUNTO: Artículos
2-13-40-103-339-340-374 ;
TERCER
PUNTO: Artículos
95-209-22-94-93-222 ;
CUARTO
PUNTO: Artículos
16-17-44-47-46-45-48-49;
QUINTO
PUNTO: Artículos
94-150#17- 2° Inciso dos- 20- 11;
SEXTO
PUNTO: Artículos:
228- 1º -247-154-374-170-3-38-95.
Ahora, desde el escenario de la sociología,
comprendemos, no justificamos, el por qué la ineficacia de las órdenes
constitucionales expedidas cinco lustros atrás; la contumacia al orden jurídico
vigente viene de dos protagonistas: la codicia de los factores de poder económicos
privatísticos y la ignorancia de una sociedad que ha reducido el quehacer
político al proselitismo electoral. En este escenario sociológico son
fácilmente detectables los beneficios que las constantes tradicionales de poder
han tenido en trescientos años de invasión colonizadora y doscientos de
republicanismo aristocrático, ejerciendo
poderío con desconocimiento de la teoría del estado, la teoría
constitucional y la filosofía del derecho, que dictaminan un respeto a la
separación de poderes, a la soberanía económica, la soberanía política y la
dignidad humana.
Estos sectores con
mando en la industria, la banca y la tierra, son protegidos por la fuerza
ideológica, religiosa o militar del régimen sublevándose contra la carta
política de 1991 que se expidió con la intención de superar el estado de sitio
; pero, transcurridos veinticinco años -
ha dicho la Guardiana de la Constitución -
se agudiza el estado de cosas inconstitucional, afectando la crisis
social: si un mérito tiene el proceso político jurídico de la Habana, es que
esas dos fuerzas - la estatal y la insumisa - han acordado refrendar los
postulados filosóficos de la carta política vigente; y esa es la razón por la
cual la renuencia a los acuerdos, debe concebirse como una actitud contra la Ley de Leyes .
Así se superan las
confusiones y se colige en buen sentido el porqué las tradicionales estructuras de poder, hoy, promueven,
defienden y quieren imponer un NO al plebiscito, sin fundamentación
constitucional porque la mirada sociológica
ilustra que la impugnación a los acuerdos es un NO implícito a la norma
fundamental .Concluimos , el SI , revitaliza la eficacia de los
derechos constitucionales , hoy transgredidos por los oficiosos agentes de los
organismos multilaterales internacionales y a su vez protectores del
extractivismo , el gran capital y el latifundio.
EL ESTADO
SOCIAL DE DERECHO: PROYECTO INCONCLUSO
La propuesta
constitucional aprobada en 1991 como principio fundamental en el artículo
primero, transcurridas dos décadas y media, deviene en inconclusa.
Caracterización deducible del pronunciamiento de la Corte Constitucional
reconociendo el estado de cosas inconstitucional, por la cotidiana y creciente
violación en nuestro país a los derechos fundamentales.
Esta emergencia estimula
una actitud responsable ante los postulados del artículo 95 de la carta
magna de la política para asumir la
calidad de células de poder constituyente primario, según el articulo 3º,
respondiendo afirmativamente la consulta plebiscitaria y reconociendo la
constitucionalidad de los seis puntos del convenio procesado en Cuba, y, que
dos realidades políticas concretas en discordia
-entre otras que hay en el territorio patrio- se han comprometido a
darle eficacia; e , igualmente
refrendando los postulados del pacto plebiscitario, con dignidad
ciudadana, abrimos un camino idóneo para culminar la tarea constituyente
emprendida en la década del noventa.
El momento histórico
debe depurarse , exorcizarlo de los referentes imaginarios de enemistad
inducidos por las manipulables y manipuladoras redes del ciberespacio, que
pretenden patriarquizar e hipotecar el porvenir de nuestras generaciones,
confrontando subjetividades, con el culto a la personalidad ( briznas en la mar
) , desconociendo el papel de la institucionalidad en la historia de las civilizaciones .
De este procedimiento
de asepsia mental, irrumpiría- como el ave fénix- el autentico cosmopolita, que
superado el analfabetismo político, asume su compromiso con el articulo 16 que
le exige soberanía y respeto a los postulados de la política, no de la
burocracia, monstruo grande y flagelador, que a pesar de invisible en su
conjunto, es fácil detectarlo, porque el proselitista piensa en las elecciones y el ser político
reverencia las futuras generaciones.
En instructivos
escolios, el periódico El Espectador - 1º de septiembre - nos recuerda: En la política ya se diferenciar
entre los pecados de los hombres y la limpieza de las ideas.
La
política es el arte de aplicar en cada época aquella parte del ideal que las
circunstancias hacen posible.
Deducción de lo
expuesto: Observando con atención los burócratas (minoría en el poder)
descubriremos sus ardides para insistir en la mentira que oculta sus
propósitos e intereses en defensa de la
libertad económica y bélica.
¿CUAL LA
ACTITUD Y COMPORTAMIENTO AL ACUERDO FINAL PARA LA TERMINACION DEL CONFLICTO Y
LA CONSTRUCCION DE UNA PAZ ESTABLE Y DURADERA?
El SI
.… lencio !!! …
….como ejemplo contra la violencia y la
guerra.
Porque en tiempos de
solución a la crisis, sus adeptos ,no son interlocutores validos frente a una
propuesta que desde el futuro esperan los hijos de nuestros hijos y los de los
mismos opositores a los métodos, medios
e instituciones propuestos para la eficacia del armisticio, requisito previo a
la Paz. La paciencia -la ciencia de
la paz –será la acompañante a la urna
con ética y estética; al ciudadano
contemporáneo le es ajena y anacrónica
la parafernalia del abucheo conminatorio. Y lo obvio, el humanismo,
no reclama defensores, sino practicantes.
Por Albeiro Pulgarin